El colegio público municipal de Xixona, que posteriormente recibiría el nombre de Eloy Coloma, se construyó como cierre de la Avinguda de la Constitució-la Plaça en un montículo situado al N de esta calle y al lado del antiguo convento de la Mare de Déu de l’Orito. Se construyó sobre un terreno abrupto y más bien montañoso. El proyecto presentado por el arquitecto provincial Vicente Valls Gadea proponía la construcción de los dos edificios del centro escolar, pero no preveía, ni la urbanización de la zona, ni la explanación de unos patios para que los alumnos pudieran jugar y practicar deporte durante su tiempo de recreo. Hay que pensar que habría que redactar un proyecto para dichos patios escolares.
La construcción del colegio comenzó el 19 de febrero de 1928; pero no empezaron las clases hasta el invierno de 1932.
Si bien las obras del colegio avanzaban el proyecto para los patios escolares no se aprobó hasta una fecha muy tardía, el 31 de marzo de 1932, cuando el pleno dio el visto bueno al plano y al presupuesto presentado por el arquitecto provincial Vicente Valls Gadea, el mismo que había redactado el proyecto del colegio. El Ayuntamiento hizo todo lo posible para acelerar el inicio de estas obras, puesto que era lo único que faltaba para la terminación del centro escolar. Así el 28 de mayo declaró de urgencia estas obras y procedió a su contratación mediante el procedimiento de adjudicación directa evitándose la subasta y el concurso.
A pesar de ello, las obras se retrasaron dándose la especial circunstancia que el 11 de septiembre de 1932, cuando se procedió a inaugurar la estatua al doctor Ladislao Ayela Planelles situada a los pies de los patios escolares, estos no existían.
Tras el periodo vacacional navideño, las clases se reanudaron en el nuevo colegio a principios de 1933 sin la adecuación de los patios escolares. Muy pronto se haría evidente que los alumnos no podían, ni jugar, ni divertirse en los recreos, porque el patio era una auténtica montaña.
El 23 de febrero de 1933 los concejales aprobaron por unanimidad rescatar el proyecto y el presupuesto para la adecuación de los patios del colegio y remitirlos a la Comisión Sanitaria Provincial para que manifestara su aprobación al proyecto y también se postulara sobre el mantenimiento de la balsa del convento. Hay que indicar que todavía en la parte posterior del colegio, junto a la puerta de entrada del exconvento de San Francisco se encontraba una balsa que recogía las aguas de la Font de Grau para distribuirlas a diferentes regantes de los aledaños de la ciudad. El Ayuntamiento había acordado su cegamiento en 1927; pero, cinco años después, todavía no lo había conseguido.
El comienzo del proyecto de adecuación de los patios escolares se retrasó en el tiempo, no resultó tan fácil rescatar el anteproyecto y aprobarlo. El 6 de mayo de 1933 se acordó solicitar al arquitecto autor del proyecto del centro escolar Vicente Valls la redacción del pliego de condiciones para la construcción de los patios escolares.
El 5 de agosto el alcalde comunicó al pleno que se había recibido plano, memoria y presupuesto redactado por el arquitecto Camilo Grau Soler. Ello suponía un cambio en la dirección de los trabajos y explicaba la demora en la tramitación administrativa.
El 9 de diciembre de 1933 el pleno comisionó al alcalde para que se dirigiera a Alcoy y gestionara con dicho arquitecto la redacción del pliego de condiciones para la explanación y adecuación de los patios escolares.
Finalmente los concejales el 19 de abril de 1934 aprobaron la memoria y el presupuesto para la ejecución de estas obras, pero surgió un nuevo inconveniente, dado que se había producido un incremento en los gastos de 4.072,06 pesetas, por lo que la Comisión de Hacienda debía presentar un presupuesto extraordinario, antes de exponer al público el pliego de condiciones para su ejecución. Esta comisión fue rápida y en 4 días realizó el informe, que fue aprobado por el pleno el 23 de abril, quedando definitivamente el presupuesto de estas obras en 42.987,32. Este presupuesto fue expuesto al público y no recibió ninguna alegación. Finalmente se fijó el 16 de julio para proceder a la apertura de los sobres en el proceso de remate de los trabajos. Las obras fueron adjudicadas al contratista Francisco Domenech Vidal, por una suma de 34.764,92 pesetas.
Las obras comenzaron a ejecutarse, aunque con un ritmo lento, puesto que el 30 de noviembre de 1934 se amplió el plazo de finalización de las mismas en 15 días. Este plazo no fue suficiente, puesto que el arquitecto director del proyecto presentó al pleno municipal un informe el 18 de febrero de 1935 en el que se recibían provisionalmente, pero los concejales comentaron que todavía no habían finalizado, ya que había un problema con uno de los muros. Fue, casi un mes después, el 15 de marzo, cuando se recibieron provisionalmente.
El 28 de junio de 1935 el alcalde informó al pleno que se habían recibido definitivamente las obras de explanación y adecuación de los patios escolares.