Carlos Beramendi

Un ilustrado que pasó por Xixona

Portada del libro El Viaje de Beramendi por el País Valenciano (1793-4)

Carlos Beramendi (Pamplona 1773 a 1776- Amsterdam 1832) fue un ilustrado liberal que vivió los momentos convulsos de principios del siglo XIX y que nos dejó una maravillosa obra literaria: Viaje por España. Y además visitó Xixona.

El 18 de enero de 1792 fue nombrado Secretario del Despacho de Hacienda. Posiblemente durante su estancia en Málaga en 1795 conoció a la que sería su futura esposa, María de la Paz Galwey y Quilty, hija de un rico comerciante de origen irlandés. Apenas un año después se desposó con ella en Málaga, el 26 de junio de 1796. De este matrimonio, al menos, nacieron tres hijos: Margarita, Teresa y Carlos.

Continuó su carrera administrativa al servicio de la Real Hacienda en Granada, pues está constatada su presencia allí en 1807.

Con la Guerra de la Independencia  tuvo la oportunidad de mostrar su valor y su profundo amor por la patria. En 1808 su carrera registró un pequeño impulso al ser nombrado Intendente del ejército de la ciudad nazarí. Su prueba de fuego fue su valerosa intervención en la batalla de Bailén, a la que siguió la defensa de la ciudad de Gerona hasta su capitulación, seguidamente  fue nombrado Intendente del Ejército de Cataluña, con rango de Mariscal de Campo.

En 1812 subió un nuevo escalón en su carrera al simultanear la Intendencia de los Ejércitos del Principado de Cataluña con la de los Ejércitos Quinto y Sexto de Operaciones. Sin embargo, a partir de 1813 su carrera comenzó a menguar.

El 24 de mayo de 1814 Fernando VII retornó a España y él volvió a Granada, pero ya en calidad de desterrado. Allí siguió defendiendo sus ideas liberales y fue acusado de masón y de instigar un motín contra el Rey por lo que tuvo que huir por Gibraltar camino de Italia.

Con el triunfo de la revolución liberal de 1820 encabezada por el general Riego, decidió volver a España tras la amnistía política que se había decretado. Entre marzo y abril de 1820 fue recibido como un héroe en Girona, similar recibimiento tuvo en Barcelona y Valencia. Rápidamente obtuvo el cargo de cónsul de España en Holanda destinado en Amsterdam.

En 1823 tras la invasión de España por los llamados Cien Mil Hijos de san Luís y el triunfo, de nuevo, del absolutismo de Fernando VII su buena estrella se truncó definitivamente y su fue depuesto de sus cargos.

Pudo sobrevivir en los Países Bajos gracias a una pensión concedida por el gobierno belga, a cambio de su trabajo como director de una factoría dedicada a la cría del gusano de seda. En 1830, triunfó la Revolución en Europa, la tan ansiada revolución liberal había vencido al absolutismo, sin embargo Carlos tuvo que refugiarse en la embajada española en París y los nuevos gobernantes le despidieron perdiendo su paga. Sólo, desengañado y gravemente enfermo solicitó la pensión de jubilación para poder regresar a España, sin embargo nunca le contestaron. Murió el cinco de octubre de 1832 en Amsterdam.

Plaza Dam de Amsterdam en el siglo XVII. Gerrit Adriaensz-Berckheyde. Web Gallery of Art: Imagen Info about artwork, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=202957

Carlos centró su viaje en un recorrido desde 1793 hasta 1794 por la costa de la Comunidad Valenciana desde Vinaroz hasta Orihuela, con la excepción de su desvío obligado a Alcoy, “la ciudad industrial más importante del Reino”. Y es durante su estancia en Alcoy cuando visita Cocentaina y Xixona de paso hacia Alicante.

Viaje de Alcoy a Alicante de Carlos Beramendi

Salí de Alcoy y caminando un cuarto de legua por entre trigos y olivares empecé a subir una cuesta de tres cuartos de legua al cabo de la cual, se encuentra la ermita llamada de San Antonio, y caminando otros tres cuartos de legua se pasa por un terreno pedregoso llamado Les Mamelludes, sin duda alguna porque casi todas las piedras tienen la figura de un pecho de mujer, pero tan bien imitado que más parece obra del arte, que de la naturaleza. Síguese después por una cuesta penosísima dejando siempre a la derecha algunos montes poblados de encinas, y otros arbustos, y de allí a corto trecho se descubre la playa de Alicante, y su Castillo, y al lado izquierdo del camino se ven varios barrancos y precipicios cultivados con mucho esmero sin embargo de la desigualdad de su terreno, y bajando una cuesta de media legua de malísimo camino poblada de encinas y almendros, se entra a un cuarto de hora en Xixona.

Dibujo de Bernardo Espinalt publicado en su libro Atlante Español 1778-1795.

Fundación, situación, vecindario, Parroquia, Conventos y principales frutos

Ciudad; se cree que la dieron nombre los Romanos, aludiendo al peñasco de su fortaleza, llamada Saxum. Otros atribuyen su origen a los Mahometanos, de quienes la conquistó el  Rey Don Jayme; Tiene 1800 vecinos, una parroquia, un convento de frailes Franciscos, y otro de monjas de la misma Orden, que está bajo la protección Real; la baña el Río Cosco, y un poco más distantes, los ríos de Bugaia, el de las Torres de las Manzanas y el Monegre, que toma sus aguas del Pantano de Tibi conocido generalmente por el nombre de Pantano de Alicante; todos sus campos están cultivados con el mayor gusto y esmero, producen mucha almendra, algo de trigo, y algarrobas, y gran cantidad de uvas de parra, conocidas por el nombre de Valensi Blanco y además muchas frutas y hortalizas de que abastecen los mercados de todos los pueblos cercanos; y ésto y los turrones (que también tienen un aprecio general) producen a esta Ciudad, ganancias considerables.

Itinerario hasta Alicante

Se sale de Xixona, y caminando por entre algunos olivares, se cruza a legua y media el río Monegre, y a otra legua y media, se camina por entre olivos, higueras, almendros y varios frutos, cruzando a un cuarto de legua el lugar de Palamó, y a tres cuartos de legua de buen camino a cuyos lados se ven diferentes frutos se entra en la ciudad de Alicante”.